martes, 14 de abril de 2015


"He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fé vivirá" (Hab 2:4)
"Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se hecha en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fé" (Mt 6:30)
"Respondió el centurión y dijo: Señor no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis ordenes soldados; y digo a éste: vé, y vá; y al otro: ven y viene; y a mi siervo: haz esto y lo hace.
Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: de cierto os digo, que ni aún en Israel he hallado tanta fé" (Mt 8:8-9-10)
"Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fé de ellos, dijo al paralítico: ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados." (Mt 9:2)
"Y he aquí un mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: si tocare solamente su manto, seré salva.
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: ten ánimo, hija; tu fé te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora" (Mt 9:20-21-22)
"Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! ¡Mi hija es gravemente atormentada por un demonio!
El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Respondiendo él, dijo: no está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces respondió Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fé; hágase contigo como quieres. Y su hija fué sanada desde aquella hora" (Mt 15:24 al 28)
"Jesús les dijo: por vuestra poca fé; porque de cierto os digo, que si tuviereis fé como un grano de mostaza, diréis a este monte: pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible" (Mt 17:20)
"Entonces vinieron a Jericó, y al salir de Jericó él y sus dicípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús Nazareno, comenzó a dar voces y a decir:¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Respondiendo Jesús, dijo:¿Que quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
Y Jesús le dijo: Vete tu fé te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino"
(Mr 10: 46-47-51-52)

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